viernes, 7 de febrero de 2014

De Noticias obituarias


...El sr. Bildad Gorcas, cuya muerte ha lanzado una manta mojada de tristeza sobre nuestra comunidad, era un hombre en comparación desconocido, pero su vida brinda una lección instructiva para los hígados veloces. El sr. Gorcas nunca en su vida probó bebidas ardientes, comió carnes especiadas o estuvo sentado más tarde de las nueve de la noche. Se levantaba en verano e invierno a las dos a.m., y se pasaba una hora y tres cuartos inmerso en agua helada. Por los últimos veinte años ha caminado quince millas diarias antes del desayuno, y luego ido sin desayuno. Durante sus horas de vigilia nunca estuvo un momento ocioso, cuando no en el trabajo duro, estaba tratando de pensar. Hasta el tiempo de su muerte, que ocurrió el domingo pasado, nunca había hablado a un doctor, nunca tuvo ocasión de maldecir a un dentista, tenía una lujosa mata de cabello veteado, y no había una arruga en alguna parte de su cuerpo. Si no hubiera sido cortado al caer a través de una sierra circular, a la temprana edad de treintidós años, no se sabe cuánto tiempo podría haber capeado eso.
Una vida como la suya es un ejemplo tan brillante y radiante, que casi sentimos haya muerto.

Título original: Sin título, publicado por primera vez en The Fiend's Delight, 1873, con la firma: "Dod Grile".
Imagen: Pieter Claesz, Still Life with a Skull and a Writing Quill, 1628.